Se recordaba en colores cálidos. Se recordaba en llantos. Con ojeras. Con pensamientos que le impedían dormir. Una tras otra noche sin sueño. Por él. Que la miraba en la penumbra. Que la deseaba en la noche y la olvidaba en la mañana. Que la escuchaba por momentos solo para luego dormirse en unos brazos más tiernos. Lara sabía que la miraban. Lara caminó y lo miró. Él se le acercó y le rosó la nariz con sus labios. Lara se alejó. Con su vaso de agua en una mano. Una sonrisa en la boca. Un suspiro mudo. Y un color azulado más cálido. De luz.
martes, 29 de diciembre de 2009
Desnuda.
Se recordaba en colores cálidos. Se recordaba en llantos. Con ojeras. Con pensamientos que le impedían dormir. Una tras otra noche sin sueño. Por él. Que la miraba en la penumbra. Que la deseaba en la noche y la olvidaba en la mañana. Que la escuchaba por momentos solo para luego dormirse en unos brazos más tiernos. Lara sabía que la miraban. Lara caminó y lo miró. Él se le acercó y le rosó la nariz con sus labios. Lara se alejó. Con su vaso de agua en una mano. Una sonrisa en la boca. Un suspiro mudo. Y un color azulado más cálido. De luz.
domingo, 27 de diciembre de 2009
Temor
miércoles, 16 de diciembre de 2009
unísono
jueves, 3 de diciembre de 2009
hoja y lara.
jueves, 26 de noviembre de 2009
bruja
sábado, 21 de noviembre de 2009
besar.
• scrabble (v) • desaparece (vi)
lunes, 16 de noviembre de 2009
desaparece.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Scrabble
Las dos eran perfectas.
Mía dejó de ser predecible. Lara temió. en cualquier momento estallarían las dos.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Triste
jueves, 5 de noviembre de 2009
lunares
sábado, 31 de octubre de 2009
Preguntas
Para ser completamente sinceros a Lara ya le resultaba bastante pesado eso de tener que irse a ningún lado cada vez que Mía quería dormir acompañada. Como si fuera poco, Lara conocía a ese otro con el que Mía dormía noche por medio. Sospechaba quién era y ya la sospeche estaba comenzando a ser tal para convertirse lentamente (o no tan lento) en una seguridad. Sabía por qué debía marcharse.
[solo una idea. solo una idea]
viernes, 23 de octubre de 2009
Mía
miércoles, 21 de octubre de 2009
hadas
lunes, 21 de septiembre de 2009
moneda
jueves, 3 de septiembre de 2009
todo.
(escrito como para dar idea. Sepan que no es un escrito de cuentos como usualmente suelo escribir)
martes, 1 de septiembre de 2009
historia.
martes, 18 de agosto de 2009
un juego más.
Si por ahí es trampa. Es una pareja que Nunca se terminó de concretar en la realidad, pero en mi cabeza desde que leí por primera vez ese libro, tuve la ilusión de que sucediera. Es más, la primera vez que lo leí creí que si lo volvia a leer el final iba a cambiar y Laurie no se iba a casar con Amy y que Jo se iba a dar cuenta que estaba perdidamente enamorada de él. (Un amigo me solía decir que era por que no creo en la amistad entre el hombre y la mujer. Yo no lo creo así.) Desde que leí una de las últimas hojas del primer libro, en donde él le hace caras raras a Jo y ella se rie bajando la mirada que me enamoré de la pareja misma. Por lo tanto la sorpresa mia fue cuando en el siguiente libro veo como Teddy terminan conquistando a Amy con un beso en la nariz! (escena que debo confesar que cuando vi en la película me dejo cautivada y pude conmenzar a decir que acepte la relación entre la hermana menor y el muchacho)
Creo que es más que obvio el impacto que causa en mi Peter Pan. A ver, desde un principio el no crecer tiene va conmigo. El querer siempre estar como niña y compotarme como tal. La idea misma de estar jugando todo el tiempo me cautiva, me desata en un mundo de sueños que es propio, en el que me siento dueña, en mi salsa, por decirlo. Por otro lado, también desde que tengo memoria puedo decir que tengo un amor platónico (frívolo o no, como quieran) al actor (Johnny Deep) y bueno, supongo que en este caso también interviene en mi decisión. Luego la película me emocionó, lo que hace Barrie con ella y luego con Peter (con el Peter verdadero) me enamora y me hace pensar que es ideal.
-se que no había que justificar respuesta, pero es más fuerte que yo la idea de escribir y escribir y seguir escribiendo...-
viernes, 14 de agosto de 2009
miedo a la muerte
viernes, 7 de agosto de 2009
trilogia.
martes, 4 de agosto de 2009
duerme
viernes, 31 de julio de 2009
juego de palabras
lunes, 27 de julio de 2009
alicia
(es una de las cosas que puedo decir que todavia debo seguir reforzando y trabajando)
miércoles, 22 de julio de 2009
carcajada
"Ridícula ella que en su propio orgullo sigue pensando que no hizo nada. Ridícula ella que en su orgullo cree que hizo todo y aún sigue esperando que otro actúe para sentirse más libre"
sábado, 18 de julio de 2009
constanza
domingo, 12 de julio de 2009
si entras lee.
miércoles, 8 de julio de 2009
instinto
viernes, 3 de julio de 2009
no recordar.
miércoles, 1 de julio de 2009
aparecer.
lunes, 22 de junio de 2009
parte III (sin titulo)
Con los primeros rayos de sol que iluminan mi cara me despierto. No estoy segura que hora eran, pero ya el sol estaba bien arriba y había dejado de tener frio. Mis captores habían soltado mis amarras. Veo mi cuchillo y mi pistola cerca de mi mano. Me sorprendo de la estupidés de los soldados. Luego me voy despertando del mismo sueño para entender que nadie puede ser tan estúpido. Me levanto rapidamente y apunto hacia todos lados. No hay nadie.
El suelo se cubre de sangre. Pisadas coloradas en el piso se entremezclan. Mis captores todos muertos mientras dormían. En el piso medio entremetida entre la maleza un papel abollado. Era de la letra de El Polaco. Redonda y desprolija, torpe y media inclinada hacia la izquierda. Escrita en tinta negra con manchas rojas, me dio a entender que se dieron cuenta que me habían llevado antes del amanecer. Al parecer los extraños estos no eran expertos en lo que hacían, dejaron pistas sumamente visibles a cualquier luz. Tras la duda de algunos, se mandaron en mi búsqueda y al encontrarme, en el silencio y la luz que le otorgaba el nuevo día, comenzaron a castigar a los extraños.
Al parecer mi cansancio fue tal que no escuche todo lo que me narraba El Polaco. Imaginaba sus manos lastimadas escribiendo rápido las últimas palabras que me diría. Me decía que hubiese deseado que se lo llevaran a él. Que era una estúpida por no haberlo despertado. Me pedía perdón. Yo ya lo sabía, no quería leerlo, pero sabía que era asi. Estaba sóla. Ellos no podían confiar más en mi. Si pertenecia a su bando o al otro y que en los tiempos que se vivía en la guerra injusta que viviamos no había mucho tiempo de hacer las pruebas de rutina para ver si mentia o decia la verdad. Por eso optaron por dejarme en el cause del río seco con un par de billetes para que pueda rehacer mis días. Que no tenían el valor para dejarme ni la confianza para llevarme. "Mi amiga, decia El Polaco, confío en usted, pero no en ese miedo que nunca tuvo" (un miedo para hacerme hablar, miedo que se calla y aparece en el peor de los momentos)
La carta existe. Sigue guardada con mis demás papeles en la mesa del escritorio. Siempre me pregunté que habrá sido de su vida... No se si algún día lo sabré. Tal vez hoy sea el día. Quién sabe, ¿no? .
parte II (sin título)
Al fin me levanté. No daba más la cosa de estar ahí dando vueltas sin dormir. Mandé a Pancho, que hacia la guardia a la cama, hasta le presté la mia para que durmiera más cómodo. Y él, fingiendo enojo, se fue arrastrando las pies. Sin más que eso se durmió. Y quedamos la noche y yo, sólas a la luz de la luna. No tenía miedo. La verdad que me habían entrenado bien. Y nunca fui una chica de muchos miedos, sino que todo lo contrario, me gustaban los desafios y me gustaba no saber que hay más allá. Tenía frio en las piernas. Estaban heladas y había olvidado traer mi taza de la carpa. Supuestamente ninguno de nosotros podía abandonar su puesto ni un segundo, pero yo me levanté de la piedra y entre en la carpa pensando que en cinco minutos, en la mitad de la noche, nada podía pasar.
Mitad de mi cuerpo dentro de la carpa, haciendo maniobras extrañas para no caerme sobre El Polaco que se encontraba durmiendo más cerca de la puerta. Una persona me tomo de la cintura y me llevo para atrás. Sin poder casi gritar para despertar a mis compañeros patalie, mis armas tiradas por allí, indefensa en el aire. No le veía la cara a aquel que me sujetaba sentía su aliento caliente y húmedo en mi oreja, su mano en mi boca y su brazo rodeandome la cintura. Con los pies a unos centimetros del piso. De mis ojos caían lagrimas de rabia y lentamente comenzaba a cansarme de forcejear. Empezaba a tener el sueño que había perdido hacia unas hora y me daba cuenta de como había metido la pata, de los líos a los que había llevado a mis compañeros, a mis amigos.
Antes de terminar de cerrar los ojos, victima del agotamiento y de la fuerza con la que apricionaban mi boca y estomago, me doy cuenta que el gran hombre camina de a zancadas por el bosque. Los otros siguen durmiendo sin darse cuenta de mi ausencia. Es en ese mismo momento en el que reacciono estoy siendo llevada: soy prisionera de guerra. Nadie irá por mi, es la ley, tampoco se pagará ningun rescate. Estoy a la deriva, sóla con unos extraños, con frio y sin armas. Estaba cansada, muy cansada. De todo, de la guerra, de las peleas, de los escapes, de vivir escondida, de defender mis ideas. De comer a deshoras sobre una hoja mal lavada y de bañarme en un río helado. Rendida termino dormida en los brazos del gigante.
domingo, 21 de junio de 2009
parte I (sin titulo)
Lejos del mundo. Lejos de aquello a lo que nosotros solemos llamar ciilización, se encontraban escondidos ellos dos. Eran un grupo de muchachos de alrededor de los veinte años que se creían los salvadores del país. Medio Buenos Aires detrás de ellos por un crimen que si habían cometido y del cual ninguno de ellos se arrepentia.
Serían las cuatros de la mañana cuando sucedio lo que les cuento. El reloj de muñeca de José comenzó a sonar. Me desperté, nada extraño en los ultimos días, desde nuestro escape mi sueño se había vuelto liviano como una pluma y cualquier ruido, por más imperceptible que sea, me despertaba y me matenía en vela lo que restase de la noche. Putie por lo bajo a José y le tiré el almohadon que estaba usando. Me di vuelta en mi bolsa de dormir. Me di cuenta de lo incomoda que estaba allí tirada en el piso semi humedo, un tanto duro y con un frío qué helaba hasta las venas.
José estaba durmiendo, el muy desgraciado puso la alarma para despertar a todos menos a él. Mirando el techo de la carpa suspiré alto. Esperando que alguno de mis compañeros se despierte y me haga compañia. Nada. Todos seguían durmiendo comodamente en sus improvisadas camas. Yo era la única que tenía una bolsa de dormir.Con cierre relámpago y abrigo de pluma. Hoy supongo que me la dieron a mi por que me consideraban la 'damita' del grupo. Por más que yo me obsesionara por no parecerlo, me volvia loca por hacerles creer que era un hombre más, solía hacer estupideces como inventarme una voz más grave, caminar con pasos más toscos como los de ellos, fajarme y hacer desaparecer mis curvas. Ellos me seguían viendo como una mujer. Como una 'niña casi mujer', como me dijo alguna vez, alguna noche de insomnio el Polaco, antes de ocultarnos. Por esa razón creo que esa noche pasó lo que pasó. Creo que su necesidad de protegerme era más fuerte que su necesidad de obedecer.
Entre nosotros había una regla que cumplir. Antes de entrar en el grupo nos prometíamos a nosotros mismos y a nuestros compañeros, que en caso de que agarraran a uno, nadie iría en su búsqueda. Teníamos la obligación de salvar a la mayoría y no salvar al que ya estaba perdido. Era una regla que nos habíamos impuesto y habíamos aceptado de buen grado por lógica y revolucionaria.
sábado, 20 de junio de 2009
seis palabras
martes, 16 de junio de 2009
... ideas **
Bueno y es que mi nombre no es natalia, como todos creían. Mi nombre es Catrina. Catrina un nombre tan raspante como mi voz y tan dulce como mis manos. Soy una persona que no le avergüenza decir que no es modesta. Una hermosa criatura de ojos cafe y piel anacarada. Con labios de cereza siempre pintados de azul. Un tanto fría y distante pero hecha de un material que arde en el calor. Mi nombre, como les dije no es natalia, es Catrina. Y por suerte puedo decirlo sin pelos en la lengua y tirandome el pelo hacia atrás. Cubierta de niebla amarilla, conjunto de encaje color limón. Verdes suspiros en la noche Catrina pensaba que era Natalia sin ser nadie. No soy natalia, no soy catrina, no soy quien creen que soy. Soy un retazo de la imaginación. En donde siempre estaré.
me embarro cada vez más y más
profundamente en una cienaga. )