martes, 16 de abril de 2013

pan - queso


Caminaba jugando a no caerse del cordón de la vereda. Los brazos extendidos, una leve sonrisa casi invisible. Ojos un poco tristes y otro poco pícaros. Un pie delante del otro, pegadito, sin espacio entre ellos. Zapatillas de cuero blancas con una linitas de color azul, un jean gastado con un agujero en la rodilla. Una remera color blanca, un poco (o bastante) sucia. Sin mangas, deja ver entre su hombro una pequeña mariposa, casi invisible para ojos ingenuos. Cuello largo, sin ningún adorno. Orejas simétricas, un único aro del lado izquierdo. El pelo recogido en una cola de caballo, algunos mechones le caen sobre cara mientras mira el piso. Flequillo que ya está largo; levanta la cabeza y le tapa los ojos. Se pone la mano en la frente para poder mirar, el sol le da en la cara. Una persona se le acerca y la empuja. Ella se sorprende al verlo. Se vuelve a levantar y sigue caminando y él vuelve a empujarla, ella toma su mano y lo sujeta. Bien fuerte. El se sorprende, trata de zafarse, se asusta. Trata de correr. Ella no lo suelta. Se da vuelta y sin soltarlo comienza a caminar. Él detrás, con miedo, sin saber bien qué hacer.
Un pie adelante del otro. Sin separación alguna, con la mano sin mano hace equilibrio extendida en el aire. Medio que se caen, medio que se mantienen en pie. (como un pan - queso de una única persona)

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